(Survival, 17 de marzo de 2009).- Un informe publicado hoy por Survival International confirma que algunos de los últimos indígenas no contactados del mundo han estado huyendo de Perú a Brasil, escapando de la tala ilegal.
El informe recoge una serie de evidencias halladas por trabajadores del Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (FUNAI) desde 2004. Las pruebas consisten en numerosos avistamientos de indígenas e incluyen fotografías de sus flechas así como de malocas (casas comunales) levantadas por ellos. Además se han encontrado tablas de caoba flotando por el remoto Río Envira, donde la FUNAI tiene un puesto de protección etno-ambiental. Estas tablas proceden de la tala ilegal de madera que tiene lugar en una zona de Perú donde se sabe que viven indígenas aislados.
Según se recoge en el informe, José Carlos Meirelles, que dirige el equipo de la FUNAI, declara: “[Ha habido una] migración forzada de grupos autónomos en Perú, provocada por la exploración maderera en la cabecera de los ríos Jurúa, Purús y Envira (…) La colección de flechas [que pertenecen a los indígenas aislados] que tengo sobre mi mesa está creciendo. La situación sólo se resolverá cuando a los indígenas se les deje en paz al otro lado de la frontera.”
Ir al enlace
El informe recoge una serie de evidencias halladas por trabajadores del Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno de Brasil (FUNAI) desde 2004. Las pruebas consisten en numerosos avistamientos de indígenas e incluyen fotografías de sus flechas así como de malocas (casas comunales) levantadas por ellos. Además se han encontrado tablas de caoba flotando por el remoto Río Envira, donde la FUNAI tiene un puesto de protección etno-ambiental. Estas tablas proceden de la tala ilegal de madera que tiene lugar en una zona de Perú donde se sabe que viven indígenas aislados.
Según se recoge en el informe, José Carlos Meirelles, que dirige el equipo de la FUNAI, declara: “[Ha habido una] migración forzada de grupos autónomos en Perú, provocada por la exploración maderera en la cabecera de los ríos Jurúa, Purús y Envira (…) La colección de flechas [que pertenecen a los indígenas aislados] que tengo sobre mi mesa está creciendo. La situación sólo se resolverá cuando a los indígenas se les deje en paz al otro lado de la frontera.”
Ir al enlace
0 comentarios:
Publicar un comentario