Por Conrado R. Octavio y Gilberto Azanha, Centro de Trabajo Indigenista (CTI)
04 de abril de 2009.- Es común ver, oír y leer en diversos medios y opiniones, temas que tratan a los pueblos indígenas como sociedades “primitivas”, situándolos implícita o explícitamente en un escenario de “retraso” en relación a la llamada “civilización” – o “la civilización moderna”, la “civilización occidental”, entre otros términos de uso común para referirse a nuestra sociedad.
Esta concepción en relación a los pueblos indígenas, que refleja bien el pensamiento que se encuentra en boga en el sentido común, se basa en la idea de que las sociedades obedecen una evolución lógica similar a la que se consagraba en el pensamiento científico -propuesto por Charles Darwin- en relación a las especies. Es decir, las sociedades que se declararon “complejas”, como la nuestra, donde existe la institución del Estado, un equipo de producción masiva, aparatos tecnológicos e intensos flujos de información, mercancías y personas, la coexistencia de diferentes hábitos (sólo para mencionar algunas características de este mundo llamado “globalizado”), estarían muy por delante de sociedades como las de los indígenas. Estos serían primitivos, ya que representan una etapa que sociedades como la nuestra ya habría superado hace siglos, y se presentan como “reliquias del Neolítico”, hecho evidente debido a su escaso arsenal tecnológico, en comparación con sociedades occidentales, y por la ausencia de instituciones como el Estado, por ejemplo.
Esta visión no es exclusiva del sentido común, ya que incluso en el mundo académico, organismos e instituciones involucradas con las cuestiones indígenas, incluyendo el Tribunal Supremo del país, se han oído a menudo opiniones basadas en esta concepción errónea de las sociedades indígenas. Estas opiniones sostienen conceptos que, si hacen daño al oído de los antropólogos, indigenistas y otros profesionales que prestan mayor atención a la producción etnológica de las sociedades indígenas, no incomodan en nada a la mayoría de la población, como el concepto de “aculturados”- por citar un ejemplo notable que aparece cada vez que la cuestión indígena gana pantallas y páginas en los principales medios de comunicación del país.
Al utilizar este concepto, entendemos que tanto las sociedades como las culturas indígenas se encuentran en una situación de inferioridad frente a la sociedad “civilizada”: las culturas indígenas sucumbirían ante la devastadora potencia del fuego de nuestra sociedad en el camino de una sola mano. Al aceptar que este concepto es adecuado, el fin de los procesos de encuentro entre sociedades radicalmente diferentes sería la aniquilación de las culturas y comunidades indígenas, y su incorporación total (o integración) a la “comunidad nacional” y a la llamada civilización.
Han pasado décadas desde que algunos antropólogos e indigenistas anunciaron este resultado -y el propio indigenismo estuvo al servicio del propósito de “integración” entre los indios y el Estado-, pero (ciertamente, para desgracia de algunos) los indígenas demostraron y demuestran a nuestra sociedad lo contrario. Nuestra propia sociedad, si reflexionásemos más, nos demuestra lo contrario. El encuentro entre distintas sociedades (y culturas) se hace en una calle de dos vías: no hay sociedad/cultura que incorpore todo de otra en detrimento de lo que la caracteriza y constituye como sociedad. Es evidente que en este proceso hay profundas desigualdades y que este se revela históricamente como un proceso de dominación, pero la muerte de una sociedad en sus diversas dimensiones sólo puede ocurrir en caso de su extinción física. De lo contrario, sus propios mecanismos de reproducción (y resistencia) siempre funcionarán para incorporar nuevas prácticas, hábitos, métodos y tecnologías.
Sin que profundicemos sobre las cuestiones antes mencionadas, su colocación tiene la intención de llamar la atención sobre el riesgo que existe en considerar a los indios aislados “más indios” que las personas que tienen relaciones más intensas y sedimentadas con partes de la sociedad nacional. Los grupos nombrados por el estado brasileño como “indígenas no contactados” no son más “auténticos”, o más “reales” que cualquier otro grupo indígena. Simplemente son más frágiles que los demás… y más independientes.
La categoría de contacto
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la categoría de contacto es la intención de describir una situación vivida por diferentes individuos y sociedades desde su existencia (independientemente de su concepción del mundo, del origen del universo, etc.). Es decir, el contacto está presente en toda sociedad desde su existencia como tal, ya sea con sociedades vecinas, con sociedades alejadas (e incluso las del extranjero, para tener una referencia de la situación vivida por los pueblos indígenas al entrar en contacto con pueblos europeos). “Contacto” entre los grupos humanos supone, siempre, algún cambio, ya sea de información, bienes, mujeres y hombres o símbolos. Hay una graduación y diversas formas de intercambio (la guerra es una de ellas), de modo que podemos clasificar a las sociedades como más abiertas o más cerradas al cambio (graduación), sin embargo, dependen de la apertura de las estrategias intencionales de las sociedades. En resumen: no existe sociedad humana totalmente aislada de las demás o “perdida”. Las que decidieron aislarse del contacto con otras lo hacen por alguna razón, mayormente, para protegerse.
Por lo tanto, al referirnos a un determinado pueblo indígena como “no contactado”, nos referimos a una situación de contacto sistemático (de intercambio “perenne” o “regular”) con cualquier segmento de la “sociedad nacional”. Debe quedar claro que este contacto no se refiere necesariamente a la organización indigenista oficial del estado brasileño, el FUNAI (1). Sólo para ilustrar, podemos citar el caso de los Tsohom Djapá, pueblo hablante de la familia de lenguas Katukina que habita la región del alto Jutaí. Al menos una parte de este pueblo ha tenido relaciones de intercambio regular con pueblos del río Kanamari, incluso antes de que la FUNAI tenga consciencia de este “contacto” – que se dio, por lo tanto, sin la intervención de esta organización.
El contacto con otros pueblos indígenas, sea a través de cambios comerciales, matrimoniales, rituales o aún a través de guerras, siempre estuvo presente en la historia de los pueblos indígenas, desde muy antes de la llegada de los europeos. Una producción arqueológica reciente ha revelado la existencia de extensas redes de comercio en la América precolombina, que articulaban las relaciones entre las personas de las tierras bajas del Amazonas hasta los Andes e incluso la costa del Pacífico. La producción etnográfica acerca de pueblos subandinos y de la Amazonía occidental en su conjunto corrobora este argumento.
El contacto con blancos también precede, muchas veces, el contacto “oficial”, a veces por décadas o incluso siglos. Pueblos como los Marubo y los Kaxinawá tuvieron contacto con trabajadores de caucho peruanos y brasileños mucho antes de la llegada de la FUNAI u otro organismo oficial. Pero lo que más nos interesa son aquellos casos en los que ciertas personas entablaron contacto relativamente regular con ciertos sectores de la sociedad blanca y, por cierta razón, lo rechazaron para aislarse de nuevo. En el Valle de Javari, los indios aislados del río Quixito (también conocido en la literatura y regionalmente como Maya) han experimentado esta situación. Desde la década de 1940 mantuvieron contacto con extractores de caucho y madereros, y algunos miembros de este pueblo habrían llegado a trabajar para algunos “patrones”. Hay informes de que un numeroso grupo llegó a visitar la ciudad de Remate de Males, aún en la década de 1940, poco antes de aislarse nuevamente, después de conflictos con los extractores de caucho. Volvieron a establecer relaciones con los madereros en la década de 1970, periodo en que ocurre también un rápido encuentro con un equipo de la FUNAI, pero hay más de dos décadas en las que dejaron de tener contacto con blancos. Hay innumerables ejemplos como éste en la historia de los pueblos indígenas de nuestro continente.
Otro punto importante que se plantea es la cuestión del tiempo como el argumento que indica el grado de “aislamiento” de una determinada sociedad indígena. La propia política indigenista oficial nos induce a considerar el marco temporal como definidor de la condición de “aislamiento” o para establecer, por ejemplo, la categoría de “recién contactados”.
Este tema tiene que ver mucho más con otros factores que con el tiempo de contacto, y debido a la complejidad de la cuestión llega a ser poco sensato el hecho de establecer una escala cronológica (por flexible que sea), que tiene como objetivo definir el grado de contacto entre una sociedad indígena y nuestra sociedad. El punto más importante no es el tiempo de contacto, sino, sobre todo, las concepciones propias de cada grupo que orienta sus estrategias para relacionarse con “extranjeros”. Lo mejor sería tomar en cuenta el tipo de relación y por qué un determinado grupo antes aislado busca o acepta establecer contacto intermitente con “los” extranjeros.
Por lo tanto, son estos conceptos los que guiarán, en primer lugar, desde la perspectiva de un grupo en particular, el establecimiento de relaciones con la FUNAI, con los extractores de caucho, con los madereros, misioneros y otros “extranjeros”. Más que el tiempo, hay que considerar las condiciones en las que se encuentra un grupo para el establecimiento de tales relaciones, en lo que respecta a las poblaciones, las condiciones de salud y la situación de su territorio.
De ahí que el punto central y más acertado de la política de protección de los indígenas no contactados es la protección de sus territorios, a través de su prohibición, regularización agraria y de la vigilancia permanente. No se trata, fundamentalmente, de preservar territorios, prácticas, técnicas, costumbres, sino más bien de garantizar el respeto (y el derecho) a pensar diferente, su autonomía y su reproducción frente a los obstáculos que les fueron impuestas históricamente.
Lo anterior tiene por objeto subrayar que la expresión “aislado” no significa que un pueblo designado así jamás tuvo contacto con cualquier otra sociedad (lo cual sería realmente absurdo) o que desconoce por completo a la sociedad “blanca”.
Se puede afirmar que todos los pueblos indígenas aislados tienen conocimiento de la existencia de los “blancos” (como nos clasifiquen cada uno de ellos es una cuestión diferente…), premisa básica para reconocer su condición de personas que rechazan el contacto “perenne” o sistemático. El que rechaza, rechaza algo. Quién huye, huye de algo. El sentido jurídico del término aislado no debe ocultar la realidad sociológica que experimentan los pueblos indígenas sin contacto regular con las sociedades de su entorno.
Tratar de entender mejor esto a través de la recopilación de información obtenida de vestigios, entrevistas con grupos vecinos y la población regional, investigación de archivos sobre la región y de material etnográfico, por lo tanto, es fundamental. Éstos son los fundamentos que deben sustentar el trabajo de un Frente de Protección Etnoambiental.
Nota:
(1) FUNAI: Proviene de las siglas Fundación Nacional del Indio. Es una organización gubernamental brasileña que establece e implementa la política indígena en el Brasil, de acuerdo con lo que determina la constitución.
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Fuente: Boletín aislados XIX, marzo de 2010. Centro de trabajo indigenista. Responsable Helena Ladeira.
Traducción del portugués al español: Alain Rod

sábado, 17 de abril de 2010
Aislados. Algunos comentarios para la reflexión ¿”Aculturados” x “Aislados”?”
ONU: no a exploraciones petrolíferas en tierra de indígenas aislados
(Survival, 17 de marzo de 2010).- Un informe elaborado por un importante organismo de la ONU insta al Gobierno de Perú a que suspenda la búsqueda de recursos naturales en la tierra de los pueblos indígenas sin el consentimiento pleno de sus habitantes.
Esta recomendación urgente fue elaborada por la Comisión de Expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A efectos prácticos, supone que no deberían realizarse exploraciones en busca de petróleo y gas en las tierras habitadas por pueblos indígenas aislados.
La publicación de este informe de la OIT se produjo justo antes de que la petrolera anglo-francesa Perenco desvelara sus planes de construir un oleoducto en lo más profundo del territorio de los indígenas aislados, y mientras Repsol-YPF se encuentra a la espera de obtener el permiso del Gobierno peruano para realizar detonaciones sísmicas en la misma región. Perenco niega que los pueblos indígenas no contactados existan, pero Repsol dice que su existencia es “posible”.
La Comisión menciona al pueblo indígena aislado de los cacataibo como ejemplo “emblemático” de la actitud del Gobierno peruano. Un número desconocido de indígenas cacataibo nunca ha tenido contacto con foráneos. Sin embargo, la empresa petrolera canadiense, Petrolifera, ha firmado un contrato con el Gobierno para realizar exploraciones en su tierra.
Además, la Comisión alienta al Gobierno de Perú a que “suspenda las actividades de exploración y explotación de recursos naturales que afectan a los pueblos cubiertos por el Convenio en tanto no se asegure la participación y consulta de los pueblos afectados”.
El Convenio 169 de la OIT es la única legislación internacional que existe sobre pueblos indígenas. Perú la ratificó en 1994, pero la ignora constantemente.
Survival considera que la recomendación de la OIT supone: “Un retroceso vergonzoso para el Gobierno peruano a la vez que una noticia esperanzadora para los pueblos indígenas aislados y para muchos otros pueblos indígenas de todo Perú. El Gobierno peruano debería ceñirse a la recomendación de la OIT y dejar de entregar a las multinacionales la tierra de estos pueblos sin su consentimiento”.
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Demandan al MEM poner atención a EIA presentado por Perenco y que hace peligrar existencia de pueblos en aislamiento voluntario
(AIDESEP, 16 de marzo).-Diversas organizaciones sociales nacionales e internacionales enviaron una carta a la Dirección General de Asuntos Ambientales del ministerio de Energía y Minas expresando su preocupación por la debilidad técnica y social del Estudio de Impacto Ambiental para la construcción del oleoducto y línea de diluyente del Lote 67, superpuesta a la Reserva Territorial Napo – Tigre, Loreto.La preocupación de estos organismos es porque en estos estudios se obvio la existencia de los pueblos en aislamiento voluntario, omisión que constituye una acción injustificable y que representa una negligencia inadmisible por parte de las empresas Perenco Perú Limited y Daimi Perú S.A.
En la carta, explican que la AIDESEP y reconocidos grupos de antropólogos han evidenciado - a través de estudios que constan desde el 2003- sobre la presencia de hermanos indígenas en aislamiento en las cuencas de los río Curaray, Arabela, Aushiri, Alto Napo, Pacacuro, Tangarana, Baratillo y Alto Tigre; zonas de ocupación tradicional ancestral de estos pueblos indígenas.
Finalmente, enfatizaron que es innegable el riesgo potencial e impacto de la presencia de obreros contratados por la empresa en sus zonas tradicionales de caza, más aún si no existen medidas que mitiguen estos efectos que amenazan con desplazar forzosamente a los pueblos hacia otras zonas.
Leer carta.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Perú prohíbe petroleras en una reserva de indígenas aislados
(Suvival, 10 de marzo de 2010).- Una reserva habitada por pueblos indígenas aislados en la remota Amazonia peruana ya no podrá seguir siendo explorada por empresas de hidrocarburos.
La Reserva de Madre de Dios se creó en el año 2002, pero tres años después la empresa china Sapet obtuvo permiso para trabajar en ella en un área conocida como “lote 113”. Ahora el contrato de Sapet ha expirado y, según un mapa de Perupetro con fecha de 31 de diciembre, esta reserva no va a ser incluida en la próxima “subasta” de tierra a empresas programada actualmente para el mes de mayo.
Hace sólo dos años, veintiuno de los indígenas aislados que viven en la reserva fueron fotografiados desde el aire.
“La noticia de la eliminación definitiva del ‘lote 113’ del mapa de lotes petroleros de Perupetro (…) es un hecho puesto en relieve pues además de garantizar la integridad de los pueblos aislados de Madre de Dios, es un excelente precedente para la protección de los aislados de otras regiones, e incluso países, en cuyos territorios también se encuentran superpuestos lotes petroleros”, manifestó la organización indígena local FENAMAD.
En 2006, Sapet acordó no trabajar en la reserva tras la presión ejercida por FENAMAD y la organización indígena nacional AIDESEP. Pero hasta hace muy poco, los mapas de Perupetro describían la reserva como abierta a la exploración.
En muchas otras partes de Perú el Gobierno sigue permitiendo a empresas como Perenco, Repsol YPF y Petrobrás trabajar en tierra de pueblos indígenas no contactados.
Según la ONG Survival International: “Que la Reserva de Madre de Dios haya sido excluida de los lotes petrolíferos de Perupetro es muy buena noticia. Perú debe ahora sentar precedente y actuar de igual modo en cualquier otra parte del país, y asegurar que ninguna región habitada por pueblos indígenas no contactados sea inva
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lunes, 14 de diciembre de 2009
Perú y Brasil estrechan lazos de cooperación en reconocimiento de territorios de indígenas aislados
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El día 3 de diciembre, en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la ciudad de Lima, se llevó a cabo la conferencia internacional "Metodología de investigación para la identificación territorial de indígenas aislados". El evento fue organizado por el Centro de Trabalho Indigenista, CTI, de Brasil y la mencionada casa de estudios, contando con el apoyo de FENAMAD y CIPIACI, durante la preparación del evento y la conferencia.
El objetivo de los organizadores a través de la charla era contribuir al reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas en aislamiento, mediante la socialización de los conceptos y metodologías de investigación aplicados en Perú y Brasil para identificar sus territorios.
FENAMAD, CIPIACI y CTI mantienen una relación de colaboración desde hace algunos años, producto de lo cual organizaron en el año 2008, el Encuentro Binacional sobre pueblos indígenas aislados, realizado en el mes de noviembre, en la ciudad de Pucallpa, y actualmente comparten esfuerzos para la protección de estos pueblos.
La Conferencia Internacional, que contó con la participación de más de cien asistentes, fue inaugurada por los doctores Ananías Huamán y Rommel Plasencia, autoridades de la Escuela de Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quienes expresaron su preocupación por la situación de los pueblos a quienes estuvo dedicado el evento, resaltaron la labor realizada por la universidad en la Amazonía a partir de sus facultades de antropología, lingüística, biología y veterinaria y manifestaron su compromiso de continuar abordando temas que permitan conocer la realidad de una región tan grande, importante y desconocida para la población de la capital, como la Amazonía.
Seguidamente, la antropóloga Beatriz Huertas, colaboradora de las organizaciones indígenas FENAMAD y CIPIACI, presentó una exposición dedicada a precisar definiciones y contextualizar la situación de los pueblos indígenas en aislamiento en el Perú y el mundo. De esa manera, explicó el significado del término "pueblos en aislamiento", hizo precisiones antropológicas de este concepto, mostró la localización de estos pueblos en el Perú y el mundo, sus características, vulnerabilidades, problemática, avances y retrocesos legislativos sobre el tema, amenazas, así como la labor de CIPIACI y otras organizaciones de la sociedad civil en el planteamiento e implementación de iniciativas para su protección. A la vez, indicó los avances que se han dado en el tratamiento del tema en el ámbito de las Naciones Unidas.
El Dr. Carlos Soria, por su parte, abordó el tema de la legislación nacional sobre pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial e hizo un análisis del grado de cumplimiento de las funciones encomendadas por la ley al INDEPA y a la Comisión Multisectorial creada para la evaluación de las propuestas de Reservas Territoriales presentadas por organizaciones de la sociedad civil como AIDESEP e IBC. Enfatizó, la gran debilidad institucional que caracteriza al INDEPA y sus efectos sobre los pueblos indígenas en aislamiento. A la vez, demandó mayor voluntad y celeridad para avanzar hacia la protección de estos pueblos.
Un segundo bloque de exposiciones estuvo dirigido a tratar sobre la metodología de investigación aplicada para la delimitación territorial de pueblos en aislamiento en Brasil y Perú. El Dr. Gilberto Azanha, director de CTI, dio inicio a esta ronda de ponencias, con una exposición sobre el marco legislativo e institucional del gobierno federal de Brasil respecto a estos pueblos, así como la metodología de identificación, delimitación y regularización territorial aplicada con la participación de organizaciones de la sociedad civil especializadas en el tema. De la misma manera narró su experiencia en el levantamiento científico para la identificación de la tierra indígena Kawahiwa del Río Pardo, en el Mato Grosso.
Marcelo Piedrafita, antropólogo de CPI, puso énfasis en la situación que afrontan los pueblos indígenas en aislamiento y la población indígena que habita en aldeas de la franja fronteriza Perú-Brasil, debido a las presiones causadas por madereros que invaden territorios de estos pueblos, ubicados en el Perú, ocasionando desplazamientos forzados y una situación de gravedad por los conflictos interétnicos. Mostró fotos de tablones de madera e insumos utilizados por madereros peruanos que son jalados por la corriente y llegan a territorio brasileño, poniendo al descubierto la tala ilegal que se viene produciendo en territorios habitados por estos pueblos. Piedrafita llamó la atención sobre la necesidad de realizar esfuerzos binacionales para enfrentar esta situación y, con ella, los conflictos entre pueblos indígenas que se vienen suscitando en la frontera.
Nuevamente le tocó el turno a la antropóloga Beatriz Huertas, quien explicó la metodología de investigación aplicada para la delimitación territorial de los pueblos en aislamiento del norte de Madre de Dios, llevada a cabo por FENAMAD entre los años 1999 y 2002. Así, narró el difícil contexto social vivido en la región entre esos años, a causa del auge de la tala ilegal de caoba y los efectos de esta situación sobre los derechos de los pueblos aislados. Puso énfasis en el principio de respeto al derecho a la autodeterminación de los pueblos en aislamiento que orientó la metodología del estudio, así como la importancia de la investigación interdisciplinaria, el análisis antropológico, histórico y la importancia de aunar esfuerzos con instituciones y organizaciones brasileñas para el intercambio de información sobre las zonas de desplazamiento de indígenas aislados y la implementación de mecanismos de protección transfronterizos. Esta Reserva fue reconocida oficialmente en abril de 2002.
El tercer bloque de exposiciones estuvo a cargo de los representantes de AIDESEP y la ONG IBC. El antropólogo Israel Aquise, de AIDESEP, expuso sobre las propuestas de Reservas Territoriales en Loreto, presentadas al Estado para su reconocimiento oficial, y las dificultades que ha enfrentado la organización a lo largo de los últimos años, para obtener una respuesta del Estado. Además, resaltó los cuidados que la organización mantiene en la presentación de los testimonios que prueban la existencia de estos pueblos.
Finalmente, la antropóloga Margarita Benavides, representante del IBC, explicó sobre la metodología de investigación aplicada para la delimitación territorial del pueblo Cacataibo en aislamiento, las actualizaciones que se han hecho de dicho estudio, la importancia del uso del sistema SIG para la base de datos y elaboración de cartografía, así como los cuidados puestos para la presentación y manejo de los testimonios que atestiguan la presencia de este pueblo. Como en el caso de Aquise, recalcó los esfuerzos de su institución para lograr que las propuestas de Reservas Territoriales sean atendidas sin haber obtenido una respuesta favorable aun a pesar de los años transcurridos.
Fuente: CIPIACI
Fecha: 11/12/09
jueves, 3 de diciembre de 2009
Conferencia Internacional sobre Identificación de Territorios de Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario
El objetivo de esta conferencia organizada por el Centro de Trabajo
Indigenista (CTI) y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es
compartir con la sociedad peruana más de 24 años de experiencia en
el monitoreo y reconocimiento de la presencia de indígenas aislados
en el Brasil.
*Fecha*: jueves 03 de diciembre
*Lugar:* Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
*Hora:* 3.00 p.m.
*Moderador:* Jaime Regan
*Expositores:*
Gilberto Azanha, antropólogo, Centro de Trabajo Indigenista (CTI),
Brasil
Marcelo Piedrafita, antropólogo Comisión Pro-Indio de Acre (CPI
– Acre), Brasil
Beatriz Huertas, antropóloga Federación Nativa del río Madre de
Dios y Afluentes (FENAMAD) – CIPIACI (Comité Indígena
Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en
Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial de la Amazonía, el Gran
Chaco y la Región Oriental de Paraguay)
Israil Aquise, antropólogo Asociación Interétnica de Desarrollo
de la Selva peruana (AIDESEP
Margarita Benavides, antropóloga Instituto del Bien Común (IBC)
Carlos Soria, abogado Instituto del Bien Común.
Además se podrá apreciar Amazonía en cifras, exposición
itinerante producida por el Instituto del Bien Común, que muestra la
gran riqueza amazónica y sus desafíos a través de gráficos, datos
e imágenes.
Informes: conferencia.aislados.irnformes@gmail.com
Ver programa: http://www.trabalhoindigenista.org.br/conferencia/
domingo, 27 de septiembre de 2009
Informe sobre Libre Aislamiento del Pueblo Taromenani
Obtenido del Blog de Bartolome Clavero
En la Amazonía del Ecuador, bajo amenaza de invasión y con la presión del acoso de actividades colonizadoras y empresas extractivas, tanto legales como ilegales, el pueblo taromenani da muestras de su determinación de defender su territorio evitando todo contacto aparte del estrictamente defensivo. El 10 de agosto pasado, una acción de lanceros taromenanis produjo tres muertes entre colonos, las de una mujer y dos de sus hijos, una niña y un adolescente. No son las primeras. A invitación del Gobierno ecuatoriano, un Comité Consultivo Internacional ha realizado una visita a la zona para la realización de un informe que incluya recomendaciones. Acaba de publicarse. Pondera derechos e intereses en conflicto y subraya el derecho del pueblo taromenani al libre aislamiento en su propio territorio. Categóricamente, en prevención explícita de genocidio cultural o también físico, reconocen tal derecho la Constitución del Ecuador y, a nivel internacional, el Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.
pueden verse los documentos en pdf:
Informe del Comité Consultivo Internacional
Recomendaciones del Foro Permanente
lunes, 21 de septiembre de 2009
ORAU informó que gobierno regional de Ucayali aprobó Plan de Protección para pueblos en aislamiento voluntario
(AIDESEP, 21 de setiembre de 2009).- Con la Resolución Ejecutiva Regional N° 001760-2009-GRU-P, el gobierno regional de Ucayali aprobó el Plan de Protección, Defensa y Contingencias como un instrumento a favor de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial de los grupos Murunahua, Mashco Piro e Isconahua.
Josué Faquin Fernández, Apu de la Organización Regional AIDESEP Ucayali – ORAU, sostuvo que dicho instrumento se logró gracias a la incidencia constante y permanente del EQUIPO PIAV de la organización y la buena voluntad del gobierno regional de Ucayali a través de sus dependencias encomendadas.
Después de dos años de haberse aprobado la Ordenanza Regional N° 008-2007-GRU/CR que declara de interés público regional la protección de los pueblos en aislamiento voluntario, esto se hace realidad con el mencionado plan, la misma que involucra legalmente a los demás sectores orientando adoptar medidas, desde sus competencia sectoriales, de protección para estas reservas territoriales donde habitan nuestros hermanos indigenas en condición de aislados o no contactados.
domingo, 23 de agosto de 2009
ECUADOR: CARTA ABIERTA SOBRE LA PROTECCION DE PUEBLOS EN AISLAMIENTO VOLUNTARIO
Las actividades petroleras siempre han generado impactos ambientales y sociales. En ocasiones estos impactos han sido catastróficos, tal como sucedió en el norte de la Amazonía ecuatoriana desde los años 60 del siglo pasado. Desgraciadamente, desde entonces, Ecuador ha quedado atrapado en un modelo del que sin duda nos costará salir, pero que mientras más pronto lo hagamos, será mucho mejor.
Si las operaciones petroleras son perniciosas para el ambiente y la sociedad, lo son mucho más en las áreas protegidas, pues afectan zonas en extremo sensibles. Es más, distorsionan los acuerdos logrados para la conservación de la biodiversidad, es decir el patrimonio de la nación. Cuando estas operaciones afectan a pueblos caracterizado por una vulnerabilidad extrema, entonces sus consecuencias son letales. Por lo tanto, el respeto a estas zonas no es una elección sino que representa una obligación legal, moral y ética.
Estas consideraciones son hoy más urgentes, luego de conocer la muerte de un grupo de personas en la zona correspondiente a los bloques 14 y 17, ahora en manos de Petroriental/ Andes Petroleum. Estos bloques están localizados dentro del Parque Nacional Yasuní. Particularmente en el bloque 17 se habría registrado la presencia de pueblos en aislamiento voluntario.
La naturaleza, hoy sujeto de derechos, de acuerdo a la Constitución de Montecristi, en la cual usted fue uno de sus artífices, y los pueblos indígenas, han vivido momentos dolorosos en estos bloques. Muchos de ellos han sido denunciados. La contaminación por aguas de formación, los derrames de crudo, la destrucción de la biodiversidad y el desprecio a las comunidades, han estado a la orden del día. En estos bloques, por lo tanto, se han acumulado una serie de problemas sociales y ambientales, que en muchos casos afectan los territorios de los pueblos libres en aislamiento voluntario.
Los acontecimientos ocurridos el 10 de agosto en la comunidad Los Reyes, en el Campo Hormiguero Sur A, bloque 17, son la gota que derrama el vaso y que obliga a tomar medias urgentes. Por esto nos dirigimos a usted para demandar la suspensión inmediata de las operaciones de la empresa Petroriental /Andes Petroleum y el inicio de un proceso de auditoría y de negociación que permita el retiro definitivo de esta empresa de los bloques mencionados.
Basamos nuestro pedido en los siguientes argumentos:
1. Se trata de operaciones dentro del Parque Nacional Yasuní. El gobierno ecuatoriano está promoviendo una iniciativa internacional de protección de este Parque, la iniciativa Yasuní/ITT, que se vería afectado en su credibilidad, pues cada uno de los argumentos sostenidos entran en contradicción con el mantener una operación como ésta.
2. La nueva Constitución Política de la República del Ecuador , en su artículo 57 numeral 21 determina que “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas y hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio[ que será tipificado por la ley”.
3. Los pueblos en aislamiento voluntario son beneficiarios de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el 10 de mayo del 2006. Estas medidas obligan al Estado a adoptar acciones de protección, en concreto “El Gobierno del Ecuador está obligado bajo el artículo 1.1 de la Convención Americana a respetar y garantizar los derechos humanos de todos los habitantes del país, incluyendo los Tagaeri-Taromenane y los restantes Oñamenane.” .
4. Mantener la presencia de esta empresa petrolera en esta zona erosionaría gravemente las señales de preocupación y responsabilidad que el caso demandan. Esto a pesar de que se han tomado algunas acciones para proteger estos pueblos, como son la Política Nacional de los Pueblos en Situación de Aislamiento Voluntario, el Plan de Medidas Cautelares a favor de los pueblos Taromenane y Tagaeri, el Acuerdo Interministerial entre el Ministerio del Ambiente, el Ministerio Coordinador del Patrimonio Natural y Cultural y el Ministerio de Minas y Petróleos, para la protección de los Pueblos Indígenas en Aislamiento.
5. Se trata de una empresa que ha cometido varias infracciones e irregularidades sobre todo en materia laboral, como los denunciados por sus trabajadores y ha provocado conflictos por incumplimientos de acuerdos con las comunidades, como fue el que provocó el conflicto en Dayuma.
6. La misma empresa posee dentro de sus instrumentos internos de comportamiento, la posibilidad de detener sus operaciones frente a la presencia de pueblos en aislamiento voluntario, es decir estaría incumpliendo sus propias políticas.
Por todo lo señalada esperamos sinceramente que se suspendan las actividades de esta empresa de manera inmediata. Sería muy grave que incidentes como este justifiquen por ejemplo la militarización de la zona, o respuestas de carácter policial, cuando en realidad las respuestas de acompañamiento que deben primar son eminentemente sociales y esto pasa por dar satisfacción a los derechos de las comunidades de la zona, incluyendo la reparación por los daños ambientales ya ocurridos, los del régimen del buen vivir y sobre todo los del respeto a la condición de aislamiento de los pueblos Tagaeri y Taromenane.
Siguen Firmas:
Por favor incluya su firma aquí y reenvienos el mensaje
sudamerica@oilwatch.org
lunes, 17 de agosto de 2009
Fotos aéreas muestran la presencia de madereros en territorio de indígenas aislados
(Survival, 12 de agosto de 2009).- Nuevas fotografías aéreas han revelado la acción de madereros ilegales en una reserva amazónica, destinada a pueblos indígenas aislados y extremadamente vulnerables.
Las imágenes muestran campamentos de madereros dentro de la Reserva Murunahua en Perú, que se creó en 1997 para proteger a los indígenas aislados murunahua. Asimismo, se han encontrado tres campamentos más en la reserva.
La presencia de madereros ilegales en esta zona se ha convertido en un asunto de relevancia internacional después de que el Gobierno de Brasil afirmara que los madereros estaban ocasionando la huida de pueblos indígenas aislados de Perú hacia Brasil.
El Gobierno de Perú no admite la presencia de madereros en la zona y, recientemente, dijo que no había evidencias de que hubiera indígenas huyendo a través de la frontera.
“Los cuatro campamentos parecen activos. La tala ilegal en áreas protegidas supone una grave amenaza para los pueblos indígenas que viven en la región. Estos indígenas aislados no sólo son muy vulnerables a las enfermedades transmitidas por los foráneos, sino que además existe un historial de violento conflicto entre ellos y los madereros”, señala Chris Fagan, miembro de la organización conservacionista estadounidense Round River Conservation Studies, que sacó las fotografías.
Algunos indígenas murunahua ya han sido contactados por los madereros, lo que ha supuesto la muerte estimada del 50% de ellos. Uno de los supervivientes dijo a un investigador de Survival: “Cuando ha venido este contacto con los madereros, salimos del monte. De eso comenzó la enfermedad. Por eso se murieron la mitad.”
El director de Survival, Stephen Corry, indicó hoy: “Estas fotografías demuestran que los madereros están dentro de la Reserva Murunahua. El Gobierno peruano debe actuar inmediatamente, deteniendo la tala y dejando a los indígenas aislados vivir en paz. El destino de los indígenas aislados de Perú era, después de todo, una de las preocupaciones en las protestas indígenas que paralizaron gran parte de la Amazonia este año”.
Chris Fagan está disponible para entrevistas (en inglés).
Lee el comunicado de Round River y ve un mapa aéreo de la zona.
Más información:
Miguel Ángel del Ser: +34 91 521 72 83, comunicacion@survival.es
martes, 7 de julio de 2009
Cacataibos piden Reserva Indígena para sus hermanos aislados
miércoles, 1 de julio de 2009
Después de todo: PERENCO se instala en la Amazonía Peruana
A menos de 15 días de los sucesos de Bagua, donde el gobierno no asume ninguna responsabilidad, y teniendo en cuenta que las protestas indígenas se produjeron entre otros temas contra las empresas transnacionales, el Gobierno aprista ha dado la luz verde a la empresa anglofrancesa, PERENCO, para desarrollar su proyecto petrolero en plena Amazonia.
La petrolera Perenco invertirá más de 2,000 millones de dólares en los trabajados de exploración y explotación de crudo pesado en el Lote 67, ubicado en Loreto, anunció hoy el presidente del Grupo Perenco, Francois Perrodo. Indicó que dicha inversión fue anunciada al presidente de la República, Alan García, durante la reunión que tuvieron en Palacio de Gobierno, donde se detallaron los trabajos que realiza Perenco en el Lote 67.
Altos cargos del Gobierno peruano esperan que el proyecto de Perenco transforme la economía del país. Mientras se desarrollaban las protestas contra la empresa, el presidente de Perenco, Francois Perrodo, integrante de una de las familias más adineradas de Francia , se reunió con el presidente de Perú, Alan García.
El proyecto, localizado en tierra habitada por dos pueblos indígenas aislados, podría suponer el mayor descubrimiento de petróleo en Perú de los últimos 30 años. La empresa, Perenco, un gran proveedor de gas en Reino Unido, negó en el pasado que indígenas no contactados viviesen en la zona.
La inversión anunciada por Perenco supera el monto que tenía previsto inicialmente y que era de aproximadamente 1,037 millones de dólares.
Perrodo indicó que la empresa francesa tiene la expectativa de iniciar la producción de crudo pesado en el año 2013, lo que significa un retraso en los planes iniciales que apuntaban al 2011.
Explicó que dicho retraso se debe a que la actual coyuntura de crisis internacional ha originado una caída en el precio del petróleo y eso generó un retraso en la decisión de invertir en Perú.
“En estos momentos continuamos con los estudios del proyecto y nos tomaremos más tiempo, pero vamos a iniciar la producción en el 2013”, indicó.
Precisó que en la actualidad Perenco está ejecutando una primera fase de trabajos de perforación de pozos y después se procederá a iniciar el desarrollo del campo para la producción del petróleo.
“Vamos a continuar la exploración en el Lote 67 y al mismo tiempo lo haremos en el Lote 121 en la selva norte”, mencionó.
Las reservas de crudo del Lote 67 se han estimado en 350 millones de barriles provenientes de los campos Paiche, Dorado y Piraña.
Contaminación:
Perenco pretende construir nuevas plataformas y pozos que implicarían el transporte por helicóptero de, entre otras cosas, 42.000 sacos de cemento. Admite que “la contaminación del suelo”, la “contaminación del agua” y la huida de caza y aves son posibles consecuencias de su trabajo. Todos estos son básicos para la supervivencia de los pueblos indígenas no contactados que viven allí. Y lo que es más serio, los indígenas se enfrentan a la amenaza muy real de contagio de enfermedades contra las que no tienen inmunidad.
En Survival, declaraban esta mañana: “Cualquiera que esperase que la espantosa violencia de las pasadas semanas podría hacer que el Gobierno de Perú actuara con algo más de sensibilidad hacia los pueblos indígenas del Amazonas estará completamente consternado con esta noticia. No podría llegar en peor momento; el Gobierno está intentando ofrecer una imagen más cordial en público, pero lo que atañe a las empresas petroleras, parece ser, como de costumbre, negocios”.
Dato:
Recientemente, los indígenas locales llevaron a cabo una serie de bloqueos a modo de protesta para impedir la entrada de Perenco a la zona. Con la ayuda de las fuerzas armadas peruanas, la empresa consiguió romper y atravesar los bloqueos al menos en una ocasión.
Más información:
Laura de Luis
comunicacion@survival.es
Tel. +34 91 521 72 83
Foto: Andina Agencia Peruana de Noticias
El Jefe de Estado, Alan García, se reunió en Palacio de Gobierno con el presidente del Grupo Perenco, Francois Perrodo; y el gerente general Daniel Kadjar . Foto: Sepres.
Fuente: Andina, Agencia Peruana de Noticias, Survival
miércoles, 24 de junio de 2009
La misma situación de hace un año: Pueblos Indígenas aislados
El 29 de mayo de 2008, se publican las fotos que dieron la vuelta al mundo sobre los indígenas aislados que habitaban en la frontera con Brasil. Estas fotos informaron de la existencia de estos pueblos. Hoy, el Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos Amazonicos y Afroperuano - INDEPA, se encuentra en reestruccturación. En el tema de pueblos en aislamiento ha avanzado (o retrocedido) en instalar la Comisión Multisectorial encargada de la creación y adecuacion de las Reservas Indígenas, la misma que luego del 30 de marzo en que se instalará, no ha vuelto a reunirse ni tiene claro cual será el procedimiento a seguir para cada una de las Reservas Indígenas.
jueves, 4 de junio de 2009
Napo - Tigre: Estudios sobre la presencia de las poblaciones aisladas
En la calidad de antropólogos, miembros y colabodores del Equipo para el Estudio de las Culturas de América Latina de la Universidad Adam Mickiewicz en Poznań (Polonia) y de la Asociación a Favor de los Derechos de los Pueblos Nativos del Mundo Pro Futuro, con experiencia en la investigación de las poblaciones aisladas, expresan su profunda preocupación por la forma de considerar las pruebas de existencia de ese tipo de población en la zona fronteriza entre el Perú y el Ecuador. En el documento que sigue presentan algunas observaciones que, según esperan, permitan evaluar el material probatorio recogido hasta la fecha.
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Algunas observaciones referentes a los estudios
sobre la presencia de las poblaciones aisladas
en la zona fronteriza peruano-ecuatoriana
Los indicios de la presencia de las poblaciones aisladas en la zona fronteriza peruano-ecuatoriana, entre los ríos Napo y Tigre, han sido señalados desde hace más de diez años, por varios autores, tanto en el Perú como Ecuador (Cabodevilla 2004; Defensoría del Pueblo 2001; Lou 2003; Repsol Exploración Perú 2005; Lucas s/f; Vriesendorp et al. 2007). Del lado ecuatoriano, entre 1999 y 2007 fue creada para esa población la Zona Intangible Tagaeri-Taromenani, mientras que en febrero de 2003, en el Perú, fueron emprendidos trámites para crear una zona protegida parecida: la Reserva Napo-Tigre. En octubre de 2003, en la cuenca del Napo, cerca de la frontera con el Ecuador, por iniciativa de AIDESEP comenzaron los primeros estudios. Fueron financiados por AIDESEP con el apoyo de las organizaciones internacionales (entre ellas IWGIA) que se dedican a luchar por la protección de los derechos humanos. Los estudios fueron realizados por antropólogos polacos vinculados con la Universidad Adam Mickiewicz en Poznań: M.A. Filip Rogalski, actualmente doctorando bajo la dirección del Prof. P. Descola en Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales (París), y M.A. Marek Wołodźko quien tiene una experiencia de varios años en los estudios de campo en Venezuela y Ecuador, ambos llevando en la actualidad sus estudios de campo en la Amazonía. El primer viaje de estudio duró dos meses y fue realizado en diferentes poblados e incluyó también varias expediciones al bosque. Se recogieron varios testimonios −algunos de poco tiempo atrás y otros muy recientes− de encuentros directos de los moradores de la zona con indígenas desconocidos que viven en los terrenos interfluviales, como también indicios indirectos de la presencia de gente desconocida.
La continuación de dicha investigación abarcó la cuenca vecina, la del río Tigre. El estudio, llevado a cabo entre los mesos marzo y mayo de 2004, fue realizado por M.A. Filip Rogalski. La documentación recogida durante esta segunda etapa incluye varios testimonios de la presencia de poblaciones no identificadas que evitaban contacto en el pasado, como también recientes indicios indirectos de la presencia de indígenas desconocidos.
Los resultados de ambos estudios fueron recogidos por AIDESEP en su documento titulado Estudio Técnico. Delimitación territorial a favor de los pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario. Napo, Tigre, Curaray, Arabela, Nashiño, Pucacuro que fue presentado ante la Dirección Regional de Agricultura de Loreto en julio de 2005, como propuesta de crear en esa zona una reserva. El material mencionado abarca los siguientes encuentros y avistamientos de indígenas aislados (personas desnudas con cabello largo, etc.):
• 5 avistamientos entre 1980 y 2001: cuencas de los ríos Nashiño y Arabela con Tangarana
• 6 encuentros entre 2001 y 2003: cuencas de los ríos Nashiño (ambos lados) y Arabela (lado izquierdo)
• 5 encuentros y 1 avistamiento entre 1940 y 1980: ríos Tigre y Baratillo.
Además, durante ambos viajes de estudio, fueron recogidos 58 testimonios y otras pruebas concernientes a otros indicios de presencia de la población nativa desconocida.
Después de terminado el estudio de campo de dicho equipo, AIDESEP recogió más testimonios aún de encuentros, esta vez testimonios que provenían de los trabajadores de las compañías petroleras y que habían sido recogidos en el terreno que era objeto de la investigación, dentro de los límites de la reserva propuesta (AIDESEP 2008).
Desde aquel entonces, las pruebas recogidas por los antropólogos de la UAM fueron reconocidas por varios autores y antropólogos (p.ej. Cabodevilla 2004, Álvarez 2007). No obstante, en 2007, a encargo de la compañía petrolera Perupetro, directamente interesada en llevar actividad extractora en dicha zona, el documento de AIDESEP fue sometido a un análisis. La experticia del antropólogo peruano Dr. Carlos Mora (Mora 2007) se refería a la parte antropológica del Estudio Técnico. Su base la constituyó un análisis formal que carecía de experiencia de campo y que presentaba de manera crítica a los antropólogos polacos, la metodología aplicada y estudios que habían realizado, como también el método de presentar los resultados. Ese documento, no publicado, fue distribuido extraoficialmente entre sujetos empeñados a proteger la población nativa de las cuencas Napo y Tigre. El contenido de dicha experticia, el contexto político-económico de su elaboración y, por ende, su objetividad, fueron a su turno sometidos a la crítica realizada por los científicos comprometidos con el Instituto del Bien Común (Chase et al. 2007), el mismo que en otra oportunidad, ya había llevado una polémica parecida con el Dr. Mora (Chase et al. 2006). No obstante, el documento contribuyó a poner en duda la credibilidad de las pruebas recogidas en el Estudio Técnico y presentadas por AIDESEP ante el tribunal y por ende a ignorar los indicios existentes sobre la población en aislamiento. Todo ello causó el atraso en el cumplimiento de los compromisos legales internacionales del gobierno peruano para con los pueblos nativos en aislamiento lo cual, como vamos a demostrarlo más abajo, pudiera conllevar consecuencias trágicas.
Un año después de ser divulgada la experticia del Dr. Mora, por iniciativa de la organización DAIMI −conocida por su colaboración con las compañías petroleras− fueron llevados a cabo estudios transfronterizos con el objetivo de verificar informaciones concernientes a las poblaciones aisladas en el territorio ecuatoriano y peruano de la zona. El documento que presentaba los resultados del estudio fue divulgado entre los interesados en setiembre de 2008. Aunque el estudio se realizó entre setiembre de 2007 y julio de 2008, su desarrollo exacto no ha sido presentado en forma escrita.
Hipótesis, estudios y crítica por DAIMI
El estudio de DAIMI, el informe que lo presenta, e incluida ahí crítica de las pruebas de existencia de las poblaciones aisladas, basan sobre criterios de existencia de este tipo de grupos, a saber criterios establecidos por los autores de dicho informe para las necesidades de su proyecto. Las pruebas decisivas de la presencia de las poblaciones aisladas en un territorio determinado son, según ellos, casos de asesinatos, lesiones y raptos. Esas hipótesis causan serias reservas por parte de los científicos.
Primero, las observaciones que aparecen en el documento señalado han sido formuladas en total oposición a las admitidas en el Estudio Técnico, las respetadas corrientemente en la práctica de las situaciones de este tipo. Se trata pues de un factor que hace imposible comparar datos y realizar un intercambio substancial de opiniones. Los analistas de DAIMI, centrándose en conflictos como determinante de la presencia de poblaciones aisladas, ignoran otras huellas de la presencia de esas poblaciones en la cuenca del Cononaco, que son las que acompañan los casos de violencia y corresponden al material de los ríos Napo y Tigre.
Además, dichos criterios fueron creados sobre la base del material probatorio que venía de un sólo territorio – una zona en el oriente ecuatoriano habitada por los indígenas Waorani. Este hecho es aquí muy importante. Se trata de una región alejada de la zona de estudio en el Perú y con un historial muy diferente. Son territorios que no se dejan comparar, es decir los criterios aplicados para uno no pueden servir directamente para el otro. Aparte de eso, las tierras Waorani presentan sus propias características socio-culturales y su propia situación contemporánea político-económica. Por eso, no pueden servir de base para sacar conclusiones generalizadoras. Los estándares científicos exigen que el material de ambos territorios sea comparado sistemáticamente con ejemplos de otras regiones donde existen grupos aislados. Esta exigencia no ha sido cumplida por los autores del documento DAIMI.
1. TERRITORIO WAORANI − BASE INADECUADA PARA SACAR CONCLUSIONES GENERALES
El material tomado por los autores DAIMI como base para sacar conclusiones generales sobre las relaciones de los grupos aislados con el mundo exterior, proviene de un territorio muy específico que es la cuenca de los ríos Cononaco y Yasuní del oriente ecuatoriano. Las relaciones de los grupos aislados con la población vecina se caracterizan por un alto nivel de violencia. Sin embargo, lo que influye en el carácter de los eventos allí observados y en las pruebas que de ellos resulten, es toda una serie de factores que no son universalmente verdaderos para territorios ocupados por indígenas aislados.
Primero, el contexto cultural vigente en el territorio Waorani se caracteriza por el etos de guerra y el ya mencionado alto nivel de violencia (p.ej. Yost 1981; Robarchek & Robarchek 1998). Esto significa que este tipo de sociedad está cultural y políticamente predispuesto a aplicar violencia. En ese entorno viven no solamente los Waorani ya conocidos ("contactados"), sino también algunos de los grupos aislados. Entre los primeros y los segundos existen tanto lazos de parentesco, como eventos del pasado imborrables por unos u otros. Son justamente los Waorani de los clanes asimilados los que viven más cerca de los indígenas aislados y son los que más relaciones con estos últimos tengan. En la mayoría de los casos es a través de esos grupos asimilados que nos llegan informaciones referentes a sus parientes "no contactados". Puesto que el carácter de las relaciones lo determina de ambos lados la lógica de alianzas y revanchas que se transforman en vendetas, los mismos Waorani son los que pueden contribuir a una escalada de hostilidad de sus vecinos aislados, forzándolos no solamente a la autodefensa, sino también activando su predisposición a aplicar violencia y revanchas. El mejor ejemplo constituye aquí la mascare de un grupo aislado desconocido llamado Taromenani (Taromenari), que ocurrió en 2003 "por equivocación" durante una expedición contra otro grupo aislado local (Tagaeri) (Cabodevilla 2004).
Segundo, sobre ese sustrato de hostilidad y actitud bélica observadas en el territorio cultural Waorani, se sobreponen tensas relaciones económicas y sociales que resultan de la explotación de sus tierras. Por el lado oeste, en los terrenos ocupados por los grupos aislados penetran madereros, trabajadores de las compañías petroleras y los Waorani, y por el este otros grupos aislados, empujados a su turno por los representantes de la sociedad nacional que explota los territorios tradicionales de los indígenas peruanos. Esta situación es otro factor más que hace activar los modelos culturales bélicos, específicos para la región, y permite formarse un "explosivo" donde suceden casos de violencia por indígenas aislados, forzados a aplicarla ante la situación extrema.
En vista de ese carácter excepcional, cultural y político-económico del territorio Waorani, sacar conclusiones generalizadoras a partir del comportamiento de los grupos aislados y utilizarlas como ejemplo para otras zonas, es totalmente inadeacuado.
2. RELACIONES PACÍFICAS O RETIRO COMO NORMA DE COMPORTAMIENTO DE LOS GRUPOS AISLADOS
Si observamos la situación de los grupos aislados en otras partes del Perú y de la Amazonía en general, vamos a descubrir que la norma es evitar cualquier contacto o limitarse a que esos contactos pacíficos sean muy breves. Los conflictos sólo tienen lugar cuando los grupos son grandes y fuertes o en las situaciones extremas, cuando pequeñas poblaciones aisladas se sienten amenazadas, no tienen la posibiliad de retroceder hacia otras tierras, o cuando se sienten forzadas a defenderse. Existen varios ejemplos comprobados de existencia de grupos aislados que no cumplen la hipótesis básica lanzada por DAIMI en su informe donde se habla de una disposición universal de los indígenas aislados a buscar confrontación armada. Es todo el contrario, la mayoría de los indígenas aislados prefieren evitar contacto directo y cualquier confrontación abierta (Huertas 2002).
No hace falta buscar ejemplos muy lejos. Los Waorani que viven actualmente en la vecindad de los grupos aislados de la zona fronteriza ecuatoriano-peruana, dicen que éstos tienen una actitud pacífica (Cabodevilla 2004:37-38). Igual sucedió en 2003, con el grupo atacado de los Taromenani que habían venido del este (ibid.: 39). Durante muchos años en la existencia de ese grupo que ocupaba el territorio ecuatoriano entre la frontera peruana y las tierras de los Waorani contactados, no fue anotado caso de violencia alguno. Sólo se supo de la existencia de ese grupo real (probablemente emparentado con los Waorani) después de aquel trágico suceso, cuando el mismo se trasladó desde la zona fronteriza peruano-ecuatoriana hacia el oeste, más cerca de los territorios conflictivos Waorani. Esta es la mejor prueba de que los casos de violencia no tienen que acompañar la existencia de grupos aislados.
En el aspecto más amplio de conocimientos concernientes a los grupos aislados y a las huellas que estos grupos dejan, los casos de repetida violencia en el territorio Waorani son más bien excepcionales y no constituyen norma, como lo habían admitido los autores del informe DAIMI. Por consiguiente, se puede constatar que su estudio y crítica fueron llevados a cabo en búsqueda de hipótesis que se refirieran a grupos aislados, pero sin respaldo en la antropología de pueblos aislados, ni en la anterior experiencia con este tipo de poblaciones en diferentes países, también en el Perú.
3. PRUEBAS UAM EN UN CONTEXTO MÁS AMPLIO
La crítica del material recogido por los científicos polacos incluida en el documento DAIMI se apoya en hipótesis desprovistas de verdaderas bases científicas y es inadecuada desde el punto de vista científico. Primero, el carácter de las pruebas registradas por los autores del Estudio Técnico corresponde a la descrita por los antropólogos y otros especialistas práctica de los grupos que han salido de su situación de „aislamiento” (p.ej. Matsés: Fields 1963; Isconahua: Whiten 1964, Momsen 1964, Brabec & Pérez 2006, Matorela 2004), o que compartían o siguen compartiendo modelos de cultura con indígenas aislados (p.ej. Waorani: Rival; Amahuaca: Carneiro 1970). Segundo, las huellas idénticas a las descritas por los investigadores polacos en el Estudio Técnico son las que acompañan a las poblaciones aisladas cuya presencia fue constatada de manera absoluta de acuerdo a las informaciones adicionales recogidas con otros métodos que los utilizados hasta ahora por los investigadores del equipo UAM-AIDESEP (y DAIMI) en el lado peruano, como fotos satelitares y aéreas (p.ej. sólo para el Ecuador: Cabodevilla 2004; para la frontera brasileño-peruana: Amorim 2008; Mereilles 2008a, 2008b; o para el Parque Manu en el Perú: Huertas 2002). Tercero, las pruebas presentadas en el Estudio Técnico son comparables con los datos que hasta la fecha han constitudo una base suficiente y motivada para crear zonas protegidas en el Perú y corresponden con las huellas descritas para las zonas donde se planifica crear zonas protegidas para las poblaciones aisladas (AIDESEP 1995a, 1995b, 1995c, 1999; Chase et al. 2006; Krokoszyński et al. 2007, Montagner 2002; Soria 2008).
Con relación a lo anterior, las informaciones que se refieren a los encuentros con indígenas desconocidos en el monte −testimonios sobre huellas de pies descalzos, señales dejadas para extraños, casos de robos, trochas marcadas utilizadas por los indígenas aislados, ruidos o voces que la población local, conocedora indudable de la selva, define como emitidos por humanos− las consideramos como pruebas plenamente válidas de existencia de población aislada en determinada zona. Las mismas son acordes con los conocimientos etnográficos que atañen a los grupos en una situación similar y a los casos donde su presencia ha sido comprobada.
El informe DAIMI −aparte de no hacer referencia a esa base más amplia de problemas concernientes a las poblaciones aisladas, en el análisis crítico de las pruebas presentadas en el Estudio Técnico− choca por una total ignorancia del contexto más importante donde aparecen dichas huellas, o sea, que las pruebas indirectas van acompañadas por varios testimonios directos de encuentros con indígenas aislados, hecho que hemos mencionado en la primera parte del presente. Es más, negar los datos recogidos en el Estudio Técnico que tiene sus raíces en la ignorancia del contexto más amplio descrito arriba, equivale a la constatación de que decenas de informantes que les habían suministrado informaciones, padecían durante varios años una ilusión colectiva.
Tanto en la crítica de C. Mora, como en la de los autores del documento DAIMI, mucho espacio ocupa una amplia crítica etnohistórica que se refiere más que nada a los etnónimos utilizados por las poblaciones locales. Cabe subrayar firmemente que es un discurso que no tiene importancia sino que sola e únicamente es válido para la ciencia, y dentro de la misma, para un grupo limitado de especialistas. Se trata allí de diferentes maneras de interpretar tanto el material histórico −lo cual para la mayoría de los casos tiene carácter nada más que hipotético, a menudo imposible de verificar (debido a un carácter muy débil del material histórico como tal)− como los nombres encontrados en el terreno. Formular tales hipótesis en el caso de los pueblos aislados actuales es nada más que un intento meramente teórico y marginal cuya único objetivo es buscar la identidad de esos indígenas. Hay que prestar atención a una evidencia ignorada dentro de esos intentos. Es que tenemos que ver aquí con poblaciones cuya identidad o afiliación lingüística de momento quedan desconocidas y sólo podremos conocerlas cuando esas personas decidan establecer contacto con nosotros. Entonces, por ahora los nombres utilizados tienen que ser provisionales y exogénicos. Son de carácter marginal ante el hecho de que sí, hay indígenas interfluviales en la zona estudiada. Las especulaciones científicas sobre su procedencia y afiliación étnica o lingüística actual son mucho menos importantes que el saber que las poblaciones desconocidas existen y corren serias amenazas.
4. ESTUDIO DAIMI
Como hemos demostrado, la crítica incluida en el documento DAIMI (y formulada por C. Mora) no llega a negar las pruebas existentes, puesto que basa sobre premisas erróneas en lo que atañe a las poblaciones aisladas. Son premisas que fueron preparadas fuera de los conocimientos antropólogicos, omitiendo casos señalados anteriormente para otras zonas habitadas por indígenas aislados e ignorando opiniones de especialistas en la materia. Por ende, no presentan con credibilidad la situación ni interpretan las huellas universalmente asociadas con la presencia de poblaciones aisladas.
Además, los estudios en el Perú y Ecuador, realizados por el equipo DAIMI, no son comparables entre sí. Primero, el trabajo en el Perú se centró en la situación actual y etnohistoria de los Arabela, un pueblo indígena vecino de los grupos aislados. Ese estudio muestra que los indígenas aislados no pueden estar directamente relacionados, social o étnicamente, con los Arabela. Empero, no encontramos información sobre los encuentros con indígenas aislados ni sobre las huellas dejadas por ellos en la selva las que había encontrado la población local y que fueron registradas y descritas en los informes UAM-AIDESEP, ni tampoco sobre intento de localizarlas (lo que en el caso de las expediciones de investigadores polacos trajo documentación fotográfica y cartográfica).
Los resultados de las entrevistas realizadas entre la población local indígena no encuentran reflejo comparable del lado ecuatoriano, mientras que una gran parte del material presentado, referente a los indígenas aislados del Ecuador, tiene su base en la literatura y se refiere a una extensión territorial y temporal más amplia que las huellas documentadas del lado peruano donde su extensión se limita sobre todo a la zona fronteriza y a las últimas décadas. Segundo, y más importante, del lado ecuatoriano fueron efectuados vuelos, mas por encima del territorio peruano no. Por otra parte cabe agregar que no han sido descritas ni las rutas de los vuelos sobre el territorio ecuatoriano ni sus resultados.
Ese desequilibrio es otro factor que hace que no se puede tratar los estudios efectuados por DAIMI como fiables. La construcción adoptada de estudio sólo permite confirmar la existencia de los grupos aislados en el Ecuador, donde existe la reserva, y negar su existencia del lado peruano, donde no existe zona protegida. Todo ello a pesar de que el hecho mismo de existir las poblaciones aisladas del lado ecuatoriano y de corresponder el límite de la zona protegida a la frontera nacional ecuatoriano-peruana, deberían ser base suficiente para crear por lo menos una zona de amortiguamiento del otro lado de la frontera −es decir peruano− para proteger las poblaciones que desconocen la concepción de fronteras nacionales.
Además, las informaciones presentadas por DAIMI para el territorio peruano hacen caso omiso de otro contexto muy importante, a saber el compromiso en el que está involucrado tanto el organismo que realizaba la investigación como la población local debido a la explotación del terreno por las compañías petroleras. Muchos moradores de las comunidades trabajan para los petroleros y/o madereros, el hecho que hace suponer que suministrar o aceptar informaciones sobre la presencia de grupos aislados en dicho territorio podría resultar desfavorable para ellos.
Resumiendo, la hipótesis del grupo de estudio DAIMI no ha permitido ni recoger material que comprobara la presencia de las poblaciones aisladas del lado peruano ni presentar una crítica substancial y fundamentada de las pruebas presentadas por los autores del Estudio Técnico. Tampoco fue respaldada por un estudio complementario como aquel que había sido efectuado del lado ecuatoriano de la frontera.
No obstante, la ausencia de pruebas en el territorio peruano incluido en el estudio de DAIMI, puede tener por causa no solamente las faltas metodológicas, sino que también puede tratarse de causas de otra índole. Puesto que −de acuerdo a las pruebas recogidas− hasta el año 2004 la presencia de los indígenas aislados en los terrenos ubicados entre los ríos Napo y Tigre es para nosotros evidente, la ausencia o reducción de testimonios que probaran la presencia de los grupos aislados después de esa fecha (lo cual parecen confirmar también nuestras informaciones más recientes) puede significar que la tardanza en emprender actividad de protección influyera en el cambio de la situación demográfica en los terrenos ocupados hasta hace poco por indígenas aislados. Tomándolo en cuenta, y poniendo que el grupo de investigadores DAIMI no encontró huellas recientes de la presencia de aislados, el resultado de su estudio puede ser un inquietante testimonio de influencia de la actividad de sujetos externos en el territorio de los aislados y, por ende, de sus migraciones forzadas, conflictos ocurridos o tragedias no intencionales como consecuencia de las enfermedades.
Las informaciones más recientes de la zona (Rogalski, com. personal) se refieren a una escasez o incluso falta de informaciones sobre la presencia de indígenas aislados en el alto río Arabela donde en la actualidad, una decena por lo menos de Arabelas trabajan madera. Lo mismo sucede con las informaciones sobre la quebrada Huangana donde a veces trabajan los ribereños del Arabela. Otro lugar de "trabajo cotidiano y cansador de los madereros de todo el Perú es la quebrada Alemán. Nadie sabe con exactitud cuánta gente ni cuántos campamentos de madereros hay por allí". Entonces tanto la quebrada Alemán como las cabeceras del Arabela son territorios que por la presencia de explotadores hace ahuyentar a los aislados. Esto puede indicar que los que anteriormente habitaban la zona fronteriza y las cabeceras, hayan bajado más cerca de las comunidades o se hayan trasladado hacia una u otra dirección: hacia el Ecuador o hacia las cabeceras del río Nanay y otros de la zona.
Esas conclusiones son alarmantes y deberían obligar los órganos competentes a emprender inmediatamente alguna actividad cuya meta sería proteger el terreno aquí analizado, estableciendo (por lo menos temporalmente) una zona intangible, e introducir y llevar a cabo de manera consecuente un programa de protección, hasta que se efectúe un estudio especializado para evaluar las consecuencias de actividad de las compañías petroleras y madereras, como también un estudio profundizado propuesto por la organización polaca Pro Futuro (Asociación a Favor de los Derechos de los Pueblos Nativos del Mundo, relacionada con la UAM) en cooperación con el IIAP de Iquitos, en el marco del proyecto de localización de indígenas aislados.
Señalemos que la falta de protección de los terrenos entre los ríos Napo, Tigre y Curaray, habitados por la población nativa aislada, podría tener por consecuencia las migraciones (como sucede en otras partes del país, p.ej. en la frontera peruano-brasileña). Es una situación que generalmente lleva a una reducción de los territorios de los indígenas aislados y está a raíz de tragedias parecidas a lo sucedido hace poco en el Ecuador, donde las supuestas migraciones anteriores causaron conflictos entre grupos aislados y también entre la población local, trabajadores e indígenas aislados (cabe subrayar que sólo algunos casos llegan a ser conocidos).
En resumen, consideramos que:
- La crítica formulada por DAIMI no refuta la existencia de las poblacions indígenas en la zona estudiada, sino que solamente contribuye a que las autoridades tomen decisiones cuyas consecuencias son trágicas, lo que aprovechan las empresas interesadas en explotar los recursos naturales de la zona y empresas que ya los van sacando.
- Las pruebas recogidas por UAM y AIDESEP tienen a su respaldo el contexto científico y práctico más amplios en este tipo de investigaciones y por ende constituyen premisas credibles de presencia de la población aislada en la zona fronteriza peruano-ecuatoriana hasta el año 2004 y demuestran una gran probabilidad de su presencia en la actualidad.
- La situación actual puede indicar consecuencias alarmantes de la lentitud que se observado de parte de las autoridades que permitía una actividad ininterrumpida de las compañías petroleras y madereras.
- Recomendamos establecer una zona protectora temporal dentro de los límites de la Reserva propuesta por AIDESEP, parar el otorgamiento de las nuevas concesiones y suspender las anteriormente otorgadas, como también efectuar una investigación especializada que profundizara las informaciones recogidas hasta la fecha.
Firmando:
M.A. Łukasz Krokoszyński
Antropólogo; experiencia en investigación en los Estados Unidos (2001-05) y en el Perú (2005-07).
Dr. Mariusz Kairski
Antropólogo, UAM; experiencia en investigación en Venezuela, Ecuador y Perú desde 1981.
Lic. Paweł Chyc
Antropólogo; experiencia en estudios de campo en Bolivia y Perú, 2008.
M.A. Iwona Stoińska-Kairska
Lingüista; experiencia en investigación antropológica en Venezuela, Ecuador y Perú desde 1981.
Anexos:
1. Lista de pruebas NT
3. Mapas:
- Napo-Tigre encuentros
- Napo-Tigre evidencias
Referencias bibliográficas:
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AIDESEP. 1995b. Estudio Técnico de Establecimiento y Delimitación Territorial para el Grupo Etnolingüístico Murunahua. Pucallpa.
AIDESEP. 1995c. Estudio Técnico de Establecimiento y Delimitación Territorial para el Grupo Etnolingüístico Isconahua. Pucallpa.
AIDESEP. 1999. Estudio Técnico de Establecimiento y Delimitación Territorial para el grupo indígena no contactado Cashibo Cacataibo. Pucallpa.
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ÁLVAREZ, José A., TRIGOSO, M. s.f. [Informe no publicado del IIAP – Iquitos]
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AMORIM Fabrício. 2008. Povos indígenas isolados da Terra Indígena Vale do Javarí. Coordenação Geral de Índios Isolados –CGII (Fundação Nacional do Índio).
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CABODEVILLA, Miguel Á. 2004. El exterminio de los pueblos ocultos. Quito: CICAME.
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CHASE SMITH R., BENAVIDES M., SORIA DALL’ORSO C., VARA M. 2006. Observaciones del Instituto del Bien Común al documento "Una Revisión de las Propuestas de AIDESEP y del Instituto del Bien Común (IBC) para la creación de las Reservas Territoriales a favor de los Cacataibo en Aislamiento" escrito por Carlos Mora y Luis López, http://www.servindi.org/actualidad/3160.
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Más información:
Amazon Watch
Foto: l.krokoszynski@gmail.com
CONAIE: Debe garantizarse inviolabilidad e intangibilidad de los territorios indígenas
· Posición ante el Taller Regional Amazonía Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y en Contacto Inicial, auspiciado por el tratado de cooperación Amazónica OTCA, del 3 al 5 de Junio del 2009, en Quito-Ecuador
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE, instancia de representación de los derechos de las 14 Nacionalidades y 18 Pueblos Indígenas del Ecuador, ratifica su convicción de que en sociedades democráticas, las garantías a todos los derechos humanos, los de los Pueblos, de la naturaleza y de las generaciones futuras son la base fundamental de la plena vigencia del estado de derecho y de la dignidad.
Como organización nacional conocedora de la grave problemática que afecta a los Pueblos en Aislamiento, nos ratificamos también en la urgencia de políticas públicas de garantía a la vida de los que consideramos Pueblos Hermanos, con sistemas económicos, políticos, sociales, culturales y espirituales específicos y propios, por ello sus derechos deben ser garantizados de forma integral y con apego absoluto a las especificidades propias de la cosmovisión indígena.
En esta perspectiva, la CONAIE adhiere integralmente al espíritu y objetivos del documento de la oficina del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos titulado “Directrices de protección para los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y en contacto inicial de la región amazónica y el Gran Chaco”, del 5 de mayo del 2009 y hecho público en la 8va Sesión del Foro Permanente de los Pueblos Indígenas.
Aparte de las observaciones y preocupaciones que la CONAIE hará llegar a la oficina de la Alta Comisionada, es importante resaltar aspectos fundamentales que sirven como referencia y orientación para cualquier política de garantía a la vida de los Pueblos en Aislamiento:
Es imperativo que se adopten todas las medidas oportunas y pertinentes tendientes a “garantizar la seguridad de estos pueblos y los medios de vida que ellos han elegido, incluida la garantía de la inviolabilidad e intangibilidad de sus territorios y sus recursos naturales”, como lo pide el llamado de Santa Cruz que fuera recogido en una recomendación del Sexto Periodo de Sesiones, en el 2007.
La condición de Pueblos en contacto inicial, no debe ser necesariamente seguida de medidas e iniciativas de acentuar dicho contacto. Sería oportuno considerar medidas que garanticen la condición primera de pueblos en aislamiento. Fundamentamos esta posición en el convencimiento de que la condición de contacto inicial es forzada por agentes externos y porque los procesos de contacto, como lo señala el documento de la ONU y la CONAIE lo ratifica, “vienen acompañados de alteraciones drásticas en sus territorios que alteran irremediablemente sus relaciones con el medio ambiente y modifican, a menudo, las formas de vida y las prácticas culturales de estos pueblos”. El mismo documento señala que la vulnerabilidad de los Pueblos en Aislamiento “se agrava aún más, ante las violaciones de derechos humanos que sufren por actores que buscan explotar los recursos naturales presentes en sus territorios y ante la impunidad que generalmente sufren estos pueblos y sus ecosistemas”.
Es responsabilidad de los gobiernos garantizar medidas integrales, de respuesta a la extremada vulnerabilidad que caracteriza a los Pueblos en Aislamiento, muchos de los cuales está en una situación asociable a la extinción, si se tiene en cuenta que estos Pueblos tienen una relación con sus territorios de interdependencia determinante para sus vidas, sus culturas, su continuidad como entidades diferenciadas. La obligación y compromisos manifiestos por los estados para garantizar la diversidad cultural tiene frente a los Pueblos en Aislamiento una gran responsabilidad histórica e ineludible que es observada a nivel mundial.
Es imperativo que toda iniciativa hacia los Pueblos en Aislamiento se funde en el principio de no discriminación en el ejercicio de derechos. En esta lógica debe entenderse que la condición de aislamiento es el ejercicio del derecho a la autodeterminación y que este debe ser respetado y garantizado por los estados sin restricciones ni condicionalidad, más aún si estamos absolutamente seguros de que lo que implicaría el desconocimiento de este derecho es la desaparición de nuestros pueblos hermanos.
Los derechos territoriales son fundamentales. La vida misma de los Pueblos en Aislamiento depende del respeto de sus territorios. El respeto a su condición de aislamiento debe considerar que las situaciones de orden ambiental, turística, de investigación, de venta de servicios ambientales, extractivas en sus territorios es un grave atentado contra todas las expresiones y derechos de estos Pueblos.
En relación a Ecuador y la situación de los Pueblos Tagaeri y Taromenane, la CONAIE es categórica en señalar que la única condición para la vida de estos pueblos es el respeto absoluto a sus territorios ancestrales. Estos territorios están mucho más allá del Parque Nacional Yasuní y de la Zona de reserva de Biósfera. Debe tenerse en cuenta que los hechos dolorosos en que han perdido la vida varios de los miembros de estos pueblos se han dado fuera de la zona de reserva y del parque. Además, considerando la alta vulnerabilidad que los afecta, es imperativo que se respete y garantice irrestrictamente el derecho a la autodeterminación de estos pueblos y que se declare la definitiva suspensión de toda actividad extractiva, científica, turística y de índoles diversas que puedan darse en estos territorios o en las zonas de amortiguamiento.
Consideramos que la suspensión definitiva de la actividad petrolera en el Parque Nacional Yasuní de Ecuador debe hacerse realidad independientemente de que haya o no el apoyo internacional para que se guarde el petróleo bajo tierra.
Finalmente, como CONAIE, instancia de representación de las Nacionalidades y Pueblos indígenas del Ecuador, nos ratificamos en reivindicar el derecho a ser consultados junto a la Nacionalidad Waorani en los temas que afecten a los Pueblos en Aislamiento. Esto lo fundamentamos en el principio de responsabilidad compartida y en los mandatos de la organización de velar por los derechos de todas la Nacionalidades y Pueblos
Quito, 04 de Junio de 2009
Marlon Santi
Presidente de la CONAIE
Foto: Indígena Cacataibo, Viajeros on line
miércoles, 3 de junio de 2009
Encuentro de Experiencias sobre pueblos indígenas en aislamiento voluntario y en contacto inicial
Expertos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam y Venezuela se reunieron hoy en Quito para participar en un Taller Regional Amazonía sobre los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y en Contacto Inicial, informó la Cancillería ecuatoriana.
El encuentro, auspiciado por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), se extenderá hasta el viernes próximo y tiene como objetivo el intercambio de experiencias gubernamentales para promover políticas públicas que preserven la protección de los grupos indígenas que habitan en la selva.
La inauguración del evento será hoy a las 18h00 y estará a cargo del Canciller (e) Lautaro Pozo. Estará presente también el Coordinador de Asuntos Indígenas de la OTCA, Jean Fernando Tawjoeram y la Ministra Coordinadora de Patrimonio Natural y Cultural, Doris Solís.
Los países que intervienen en el taller y que forman parte de la OTCA buscan establecer estrategias gubernamentales comunes, a nivel regional, para atender la situación de comunidades aborígenes que, de forma voluntaria, se resisten a establecer contacto con las sociedades nacionales.
Durante el desarrollo del taller, los ocho países que conforman la OTCA, expondrán su visión sobre políticas públicas en materia de aislamiento voluntario y contacto inicial. La presentación de Ecuador será el jueves 4 de junio y estará a cargo de la Ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga. Al final de la jornada se emitirá un Documento Final con la definición de acciones comunes sobre el tema.
Las delegaciones de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname, y Venezuela, estarán conformadas por autoridades de alto nivel a cargo de la promoción y aplicación de las políticas indigenistas oficiales, y de temas de medio ambiente.
La delegación ecuatoriana estará conformada por: Manuela Gallegos, Secretaria de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana; Patricia Salazar, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; Eduardo Pichilingue, Ministerio del Ambiente; Alex Rivas, Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural; José Rosemberg, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración.
En octubre de 2007 se realizó en Quito una reunión con la participación de organizaciones indígenas y se creó el Comité Indígena Internacional para la Protección de los Pueblos en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial, de la Amazonía, el Gran Chaco y la Regional Oriental del Paraguay (CIPIACI).
El tema de pueblos indígenas en aislamiento es uno de los temas prioritarios de la Agenda Regional Indígena de la OTCA. La organización del citado taller se da seguimiento a las deliberaciones del Informe de Georgetown, de septiembre 2008, en Guyana, por parte de la Coordinación de Asuntos Indígenas de la Secretaría Permanente de la OTCA.
Fuente: Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración de Ecuador, OTCA y ADN.es
martes, 2 de junio de 2009
Un año después: nuevo informe revela los 5 pueblos indígenas aislados que corren más riesgo
(Survival, 29 de mayo de 2009).- Un año después de que las fotografías de indígenas aislados de la Amazonia protagonizaran titulares en todo el mundo, un nuevo informe de Survival International revela cuáles son los cinco pueblos indígenas no contactados que corren mayor riesgo de extinción.
Son los siguientes:
- Los indígenas de Río Pardo, Brasil
- Los awá, de Brasil
- Los indígenas entre los Ríos Napo y Tigre, Perú
- Indígenas del Río Envira, Perú
- Indígenas ayoreo-totobiegosode, Paraguay
Estos grupos están sufriendo la invasión de sus tierras por madereros, terratenientes ganaderos, colonos y petroleras, y todos ellos corren el peligro de ser diezmados por enfermedades contra las que no tienen inmunidad.
Los awá, los indígenas de la región de Río Pardo y los indígenas del Río Envira se han convertido en víctimas de la destrucción ocasionada por la tala ilegal de madera noble que está penetrando hasta en las zonas más remotas de la Amazonia.
Por otro lado, los ayoreo-totobiegosode de los bosques de matorrales del Chaco, al oeste de Paraguay, están sufriendo la deforestación ilegal de su tierra por parte de terratenientes ganaderos. Una serie de fotografías captadas vía satélite el año pasado mostraron cómo inmensas áreas de bosque habían sido taladas ilegalmente en el corazón de la tierra de estos indígenas.
En el extremo norte de Perú, los indígenas que viven entre los ríos Napo y Tigre se encuentran atrapados en medio del “boom” petrolífero que vive el país. En los últimos años, un 75% de la Amazonia peruana ha sido dividida en concesiones de exploración de gas y petróleo. El presidente de Perú ha negado la existencia de indígenas aislados en la zona de estos ríos, pese a las abundantes evidencias de su existencia.
El informe de Survival es un llamamiento a los gobiernos de Paraguay, Brasil y Perú para que protejan la tierra de los indígenas.
Fuentes internas a Survival han declarado hoy: “La publicación de las fotografías hace un año provocaron un gran sentimiento de apoyo por la causa de los indígenas aislados. Muchos no se habían dado cuenta de que estos pueblos existen, y mucho menos de que hay más de cien pueblos indígenas aislados en todo el mundo. Pero numerosos gobiernos siguen negándose a dar el sencillo paso que lograría asegurar realmente la supervivencia de estos pueblos: proteger sus territorios de forma adecuada.”
Lee el informe de Survival International y acceda a material gráfico y audiovisual.
Descarga el informe de Survival.
Nota: un mes después de que Survival difundiera las fotografías de indígenas aislados en la prensa mundial, el periódico británico The Observer sembró la duda sobre la veracidad de la historia. Dicho artículo generó rápidamente nuevas informaciones que erróneamente decían que las fotografías eran un engaño. En agosto de 2008, The Observer se retractaba de forma escrita, admitiendo que el artículo había sido “impreciso, engañoso [y] tergiversador”, y aclaraba que las fotografías con las que Survival acompañaba la nota de prensa eran “perfectamente legítimas”.
Más información:
Laura de Luis
comunicacion@survival.es
Tel. +34 91 521 72 83
Carta en Nombre de Gente en Aislamiento Voluntario
Bartolome Clavero comparte una carta remitida en favor de un pueblo indígena en aislamiento voluntario. Así, Bartolome nos señala: "No todos los días se recibe una carta remitida por un pueblo en aislamiento voluntario o, dicho mejor, en nombre de la parte de un pueblo que elude resueltamente el contacto con el resto de la humanidad. En la región del Chaco, el pueblo ayoreo está dividido entre quienes fueron sacados a la fuerza de su territorio y quienes defienden su independencia frente a presiones paraguayas y brasileñas con la decisión de permanecer aislados en la parte que les resta del propio territorio. Están en condiciones de ejercer sin más trámite el derecho a la libre determinación. Lo hacen poniendo de manifiesto su voluntad de no contactar sino mediante su propia gente y transmitiendo así su opción por el asilamiento mientras que se mantengan las condiciones actuales de caza y acoso, de desprecio absoluto por sus derechos incluso más elementales. La carta la suscribe Porai Picanerai, presidente de Payipie Ichadie Totobiegosode, quien en nombre de su gente también mantiene comunicación con el Foro Permanente de Naciones Unidas sobre las Cuestiones Indígenas."
Ver carta
Comunicación al Foro Permanente
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Foto: OPIT