(Radio Nederland, 12 de marzo de 2009).- La aprobación por parte del Congreso ecuatoriano de los delitos de genocidio y etnocidio para proteger a las comunidades en aislamiento voluntario establece penas concretas para quienes atenten contra su integridad física y cultural. La mayor amenaza para estos pueblos radica en su ubicación geográfica. Muchos de ellos están asentados en territorios ricos en recursos naturales.
En la Amazonía ecuatoriana, en pleno parque nacional Yasuní, las comunidades indígenas Tagaeri y Taromenane luchan por hacer valer su derecho a vivir en aislamiento voluntario. Este derecho está permanentemente amenazado debido a los importantes recursos madereros y petroleros que alberga su territorio ancestral.
En el intento por evitar la desaparición de estos grupos étnicos, el congreso transitorio ecuatoriano ha tipificado el delito de genocidio y etnocidio con penas que van entre los 16 y los 25 años en casos de asesinato, y de 6 a 9 años cuando se produzcan lesiones graves. Además se contemplan penas menores para quienes no respeten el derecho de autodeterminación de cualquier minoría étnica, racial y religiosa de vivir alejado del resto de la sociedad.
La decisión es considerada por el antropólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, Fernando García, como un paso importante porque hace efectivo un derecho consagrado ya en la recién estrenada Constitución ecuatoriana y que establece la sanción penal correspondiente para quienes atenten contra estos pueblos.
El aislamiento, la mejor forma de protección
En América Latina hay cinco países que tienen todavía pueblos en aislamiento voluntario. Ellos son: Colombia, Perú Ecuador, Brasil y Paraguay. No se conoce con exactitud cuántos miembros conforman las comunidades Tagaeri y Taromenane pero se estima que pueden llegar a ser unas 300 personas, repartidas en cinco clanes diferentes. El antropólogo Fernando García los describe como sociedades pequeñas de familias vinculadas por algún parentesco que mantienen un estilo de vida de caza, pesca y recolección itinerante a lo largo y ancho del territorio amazónico.
El aislamiento voluntario se constituye para estos pueblos en su mejor arma de defensa. Durante décadas han sufrido los continuos ataques contra su integridad física y cultural, producto de la codicia y la presión de quienes ven en su bosque y en sus tierras, la gallina de los huevos de oro. A pesar de haber sido catalogado en 1989 como un territorio intangible, la explotación petrolera y maderera no ha cesado. Las actividades extractivas de varias compañías petroleras del mundo se ejecutan muy cerca de donde se encuentran asentadas estas comunidades. Es deber ahora del Estado ecuatoriano evitar que todas estas operaciones atenten contra la integridad de estos pueblos.
Fernando García de FLACSO va más allá y dice que esta ley podría ser aplicable, no sólo a las comunidades en aislamiento voluntario sino a todo el conjunto de los pueblos originarios del Ecuador, porque a pesar de no estar expuestos a la amenaza de una desaparición física de la totalidad de sus integrantes, sí tienen que luchar permanentemente por evitar el etnocidio o desaparición de su integridad cultural.
Escuche la entrevista a Fernando García
*Fernando García es antropólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.
En la Amazonía ecuatoriana, en pleno parque nacional Yasuní, las comunidades indígenas Tagaeri y Taromenane luchan por hacer valer su derecho a vivir en aislamiento voluntario. Este derecho está permanentemente amenazado debido a los importantes recursos madereros y petroleros que alberga su territorio ancestral.
En el intento por evitar la desaparición de estos grupos étnicos, el congreso transitorio ecuatoriano ha tipificado el delito de genocidio y etnocidio con penas que van entre los 16 y los 25 años en casos de asesinato, y de 6 a 9 años cuando se produzcan lesiones graves. Además se contemplan penas menores para quienes no respeten el derecho de autodeterminación de cualquier minoría étnica, racial y religiosa de vivir alejado del resto de la sociedad.
La decisión es considerada por el antropólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, Fernando García, como un paso importante porque hace efectivo un derecho consagrado ya en la recién estrenada Constitución ecuatoriana y que establece la sanción penal correspondiente para quienes atenten contra estos pueblos.
El aislamiento, la mejor forma de protección
En América Latina hay cinco países que tienen todavía pueblos en aislamiento voluntario. Ellos son: Colombia, Perú Ecuador, Brasil y Paraguay. No se conoce con exactitud cuántos miembros conforman las comunidades Tagaeri y Taromenane pero se estima que pueden llegar a ser unas 300 personas, repartidas en cinco clanes diferentes. El antropólogo Fernando García los describe como sociedades pequeñas de familias vinculadas por algún parentesco que mantienen un estilo de vida de caza, pesca y recolección itinerante a lo largo y ancho del territorio amazónico.
El aislamiento voluntario se constituye para estos pueblos en su mejor arma de defensa. Durante décadas han sufrido los continuos ataques contra su integridad física y cultural, producto de la codicia y la presión de quienes ven en su bosque y en sus tierras, la gallina de los huevos de oro. A pesar de haber sido catalogado en 1989 como un territorio intangible, la explotación petrolera y maderera no ha cesado. Las actividades extractivas de varias compañías petroleras del mundo se ejecutan muy cerca de donde se encuentran asentadas estas comunidades. Es deber ahora del Estado ecuatoriano evitar que todas estas operaciones atenten contra la integridad de estos pueblos.
Fernando García de FLACSO va más allá y dice que esta ley podría ser aplicable, no sólo a las comunidades en aislamiento voluntario sino a todo el conjunto de los pueblos originarios del Ecuador, porque a pesar de no estar expuestos a la amenaza de una desaparición física de la totalidad de sus integrantes, sí tienen que luchar permanentemente por evitar el etnocidio o desaparición de su integridad cultural.
Escuche la entrevista a Fernando García
*Fernando García es antropólogo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.
0 comentarios:
Publicar un comentario