Dr. García, avance por este puente de palitos

Por Mirko Lauer

La prensa de extrema derecha ha entendido que se reabre la temporada de caza a los llamados caviares y a las ONGs que operan en el país. Los argumentos y el tono son los de siempre. Lo que ha cambiado es el escenario. La idea es que un gobierno que se siente arrinconado ahora podría pisar todos los palitos que le ponga esa extrema derecha.


Entre los principales palitos ya pisados por el gobierno: recurrir a la violencia contra el movimiento popular, polarizar el debate público al extremo de borrarlo del mapa, convertirse en enemigo público N°1 de las ONGs en el mundo, y satanizar figuras de izquierda legal y democrática, equiparándola al violentismo subversivo. Se supone que los efectos de haber pisado esos palitos han puesto en manos de la extrema derecha. Pareciera que eso es lo que ella cree, llevada por la presencia de algunos duros como Rafael Rey o Aurelio Pastor en el nuevo gabinete.

Tantas son las ansias, que no les están dando tiempo ni de respirar, y ya les están poniendo una cachiporra en la mano.Quizás la campaña anti-caviar y anti-ONGs es la manera de potenciar a este sector considerado duro (se puede sumar a Luis Giampietri o Juan Luis Cipriani) frente al propio gobierno. Potenciar en este caso quiere decir darle una bandera que le permita disputarle al Apra de Javier Velásquez Quesquén el liderazgo del gabinete. El caso de Rey es emblemático: un clásico es presentarle desde algunos medios a todo nuevo ministro de defensa amenazas de todo tipo que le quiten las ganas de hacer cambios en algunos cómodos arreglos de las tres armas.

Mejor que se dedique a perseguir, aunque sea de boca, caviares y ONGs que exigir resultados en el VRAE, o investigar dolo, por ejemplo.Para eso es preciso todos los días hacer aparecer a las Fuerzas Armadas como víctimas de nunca demostrados complots para dividirlas, desfinanciarlas, infiltrarlas, hipotecarlas al exterior, desprestigiarlas, desarmarlas, arrinconarlas o lo que sea. Como si la consigna fuera pobrecitas las fuercitas armaditas, solo la ultraderecha las puede salvar.

Es poco probable que a la corriente central del gobierno y a la mayoría de las instituciones que lo apoyan les interese lanzar piedras al avispero de la protesta y la oposición justamente cuando acaban de lograr un período de calma en ese flanco. Pero en la extrema derecha la cosa es avanzar sin transar en la diatriba antipopular.Una explicación que viene dando el gobierno es que un importante sector de la prensa mundial tomó partido contra el gobierno en lo de Bagua porque los indígenas caen simpáticos en todas partes. Puede ser. Pero un gobierno lanzado a denostar a figuras y organizaciones de la propia democracia que lo eligió hoy no cae simpático en casi ninguna parte.

Obtenido de La Republica