lunes, 14 de diciembre de 2009

Los pueblos indígenas frente al cambio climático y las políticas de mitigación

Los pueblos indígenas frente al cambio climático y las políticas de mitigación
Red Indígena de México

Este año tendrá un cierre que en el contexto del cambio climático marcará el rumbo a seguir a nivel mundial, en tanto que del día 7 al 18 de diciembre en la Cd. de Copenhague, Dinamarca, tendrá lugar la 15ª Conferencia de las Partes (15 COP) de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC, por sus siglas en inglés), cuyo tema central será la renegociación del Protocolo de Kyoto, mismo que fue establecido en medio de un proceso que no garantizó el derecho a la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y que tiene como marco de vencimiento el año 2012.


La serie de retos que supone el cambio climático y que, en diversas latitudes del planeta, ya se están afrontando desde hace algunos años con profundas consecuencias, es uno de los problemas globales cuyas causas son difícilmente reversibles, más aún cuando atenderlo en sus reales dimensiones implica un necesario cambio en el paradigma económico a nivel mundial, que a su vez supone la transformación en las fuentes y modelos energéticos, productivos y de consumo.

No obstante que los pueblos indígenas del mundo hemos venido haciendo un llamado de atención en torno a la grave devastación y crisis ambiental global que enfrentamos; el establecimiento del tema del cambio climático en las agendas gubernamentales y de las Naciones Unidas es muy reciente y la voluntad política ha cedido constantemente frente a las presiones de orden económico.

Sin embargo, frente a la ya ineludible amenaza y devastación global de los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos que afectan de manera más marcada a los países en desarrollo y que profundizan la desigualdad económica y social en tanto que sobreponerse a la devastación de las inundaciones, sequías, tornados, huracanes, etc., implica necesariamente un reajuste financiero cuya administración no es siempre la más indicada, siendo por tanto una constante que no habiendo llegado los recursos económicos para la pasada contingencia, ya se está enfrentando la siguiente.

Así, entre la llegada de un huracán y el huracán venidero o entre una y otra sequía, los pueblos indígenas y las comunidades locales se están viendo cada vez más empobrecidos, lo cual acentúa los efectos de la exclusión y la marginación social, ya sin mencionar los retos particulares en relación con la feminización de la pobreza.

Por otro lado, la crisis climática también ha conllevado a la violación de nuestros derechos colectivos establecidos en instrumentos internacionales como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP, por sus siglas en inglés) o el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Así, aunado a los retos directamente relacionados con el cambio climático, nuestras tierras, territorios y recursos naturales han sido colocados en la balanza de las estrategias conservacionistas y de las políticas de mitigación y adaptación basadas en un nuevo mercado de “negocios verdes” y en mecanismos perversos que en nombre de la conservación y la restauración de ecosistemas con fines de absorción o secuestro de dióxido de carbono (CO2), y del mantenimiento de la generación de servicios ecosistémicos, han violando nuestros derechos a la participación plena y efectiva, a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado, incluyendo el derecho al disentimiento en todos los asuntos que coloquen en entredicho nuestras tierras, territorios y recursos naturales.

De esta forma, la creación o ampliación de las áreas naturales protegidas, plantaciones forestales, agrocombustibles o construcción de mega represas hidroeléctricas, parques eólicos o proyectos de fertilización marina, entre otros han conllevado a desplazamientos forzosos de pueblos y comunidades indígenas o a la tala de bosques nativos para el establecimiento de tales proyectos financiados a través de los llamados “bonos de carbono”.

Este “mercado verde” fundamentado en los “bonos de carbono” y el “desarrollo limpio” ha tenido una incidencia contraria a los objetivos planteados a primera vista, por tanto, continuamos siendo la Naturaleza, los pueblos indígenas y las comunidades locales quienes internalizamos los costos que tienen que ver tanto con nuestros derechos colectivos como con la continua pérdida de biodiversidad y la ampliación de una brecha en la que se privilegian los negocios verdes y se hace a un lado el valor intrínseco de la biodiversidad y la comprensión profunda de la relación con Nuestra Madre Tierra.

Así, el cambio climático y los mecanismos de adaptación y mitigación han dibujado una esfera económica en la que se han promovido proyectos de diversa índole que, al ser falsas soluciones, no han incidido en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en los países industrializados si no en la des-localización de los compromisos y responsabilidades entre los países primer mundistas y los países en vías de desarrollo que ineludiblemente deben ser diferenciadas, lo que nos muestra que existe un grave desafío para los pueblos indígenas que tiene que ver con la justicia climática..

Frente a este efecto de doble vía del cambio climático y teniendo como marco la COP 15, durante el presente año los pueblos indígenas y las comunidades locales nos reuniremos en el caucus indígena denominado Foro Internacional Indígena sobre Cambio Climático durante el día 5 y 6 de diciembre, previo al inicio de las negociaciones oficiales de la CMNUCC, con la finalidad de analizar y establecer nuestra posición y estrategias de incidencia y cabildeo político.

Es preciso mencionar que ha habido un proceso preparatorio a nivel internacional del cual la Red Indígena de Turismo de México también ha formado parte en la Cumbre Latinoamericana y la Mundial sobre Pueblos Indígenas y Cambio Climático, así como el Encuentro Regional de Mujeres Indígenas y Cambio Climático, celebrados en Lima, Perú; Anchorage, Alaska y Valle de Ángeles, Honduras durante el presente año.

Cada uno de estos espacios derivó en documentos fundamentales cuya importancia está estrechamente relacionada con el ámbito en el que fueron preparados.

Sin embargo es la Declaración de Anchorage la que sustenta las demandas y propuestas indígenas de cara a la COP 15, entre las cuales es preciso destacar las siguientes:

La adopción, respeto e implementación de la UNDRIP como marco mínimo de derecho en todos los procesos de toma de decisiones y acciones en relación al cambio climático, particularmente sobre nuestras tierras, territorios, medio ambiente y recursos naturales

El reconocimiento de las causas raíces y abandono de las falsas soluciones al cambio climático; establecimiento de una meta vinculante en la reducción de emisiones para los países desarrollados de al menos el 45% por debajo de los niveles registrados en 1990 para el año 2020 y de al menos 95% para 2050.

Aunado a lo anterior, se hace un llamado a las Partes de la CMNUCC para reconocer la importancia del conocimiento tradicional y las prácticas compartidas por los pueblos indígenas para el desarrollo de estrategias para hacer frente al cambio climático y ser respetados y tomados en cuenta no sólo como partes interesadas sino como sujetos de derechos colectivos y parte de la solución.

En este camino rumbo a Copenhague y a la renegociación del Protocolo de Kyoto en el que también el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), plantea como meta vinculante la reducción de los gases de efecto invernadero en un 45% por debajo de los niveles de 1990, los pueblos indígenas del mundo hemos ido trazando nuestros pasos y visibilizando nuestros rostros, con el compromiso de hacer escuchar la voz de Nuestra Madre Tierra y la de las futuras generaciones a las cuales, de continuar con este modelo insostenible de “desarrollo” y de no atender la presente crisis ambiental, estaremos negando sustento, cultura y biodiversidad.

Finalmente, desde la Red Indígena de Turismo de México, reiteramos el llamado hecho en la Declaración de Anchorage a las Partes de la CMNUCC a reconocer, respetar y garantizar el derecho de los pueblos indígenas y las comunidades locales a la participación plena y efectiva y, por tanto, a contribuir con nuestros conocimientos y formas de vida tradicionales que han demostrado su concordancia con la Naturaleza en tanto que son nuestras tierras y territorios los que actualmente resguardan la mayor biodiversidad y los ecosistemas mejor conservados a nivel global, lo cual frente a la actual crisis ambiental y climática supone una lección fundamental: el respeto a Nuestra Madre Tierra y a nuestros derechos colectivos.

0 comentarios:

Acerca de este Blog

Es una iniciativa colectiva que se basa en las comunicaciones como herramienta para el ejercicio de derechos de los pueblos indígenas.

Una de las condiciones para este ejercicio es contar con un medio de difusión y análisis de la información. De ahí la existencia de este blog que, esperamos, contribuya al fortalecimiento del trabajo de las organizaciones indígenas y a un mejor conocimiento de la situación de los derechos humanos en la Amazonía.

Atahualpa Yupanqui: Los Indios...

Seguidores

Back to TOP